lunes, 27 de abril de 2015

La cocina del microrrelato. 2

Ingredientes: sucinto, antología y hollar.
Me sentía invisible, despreciado y hollado por todos. Recordé, mirando mi antología periodística, aquel sucinto instante de locura en que decidí publicar mi opinión en el periódico donde trabajaba. Ahora que sufría la soledad y el desamparo, solo entonces, me di cuenta del alto precio que pagué por ganarle la batalla a la censura, pero olvidé que por una batalla no se gana la guerra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario